Que establece un conjunto de buenas prácticas detalladas para la gestión de servicios de TI.
El ITIL sirve para organizar los procesos de TI y guiar a los profesionales en el desempeño eficiente de sus funciones.
La gestión de la infraestructura de TI se divide en tres subcategorías de administración:
Administración de todos los servidores físicos y virtuales que normalmente se encuentran en un centro de datos o en la nube.
Gestión y configuración de redes, además de la administración de recursos, permitiendo que estos sean asignados adecuadamente y de acuerdo con las demandas de aplicaciones y servicios.
Supervisión de tecnologías y recursos de almacenamiento de datos, como virtualización, aprovisionamiento de almacenamiento, compresión de datos y seguridad de datos.
Maximización del uso de los recursos disponibles, asegurando que se utilicen de la mejor manera posible, aumentando la eficiencia y productividad.
Identificación de áreas donde es posible ahorrar recursos, como por ejemplo, en la optimización del uso de servidores y equipos de red, lo que resulta en una reducción de costos.
Adopción de medidas de seguridad, como el monitoreo de la red y la detección de amenazas, para proteger los datos y los sistemas de la empresa contra ataques maliciosos.
Garantía de mayor disponibilidad de sistemas y servicios de TI, minimizando el tiempo de inactividad y reduciendo el impacto de problemas técnicos.
Soporte técnico especializado para resolver problemas y aclarar dudas relacionadas con la infraestructura de TI, lo que ayuda a garantizar la continuidad de las operaciones de la empresa.
Gestión y protección de los datos de la empresa de manera más eficaz, garantizando la integridad, confidencialidad y disponibilidad de los datos.
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